jueves, 2 de abril de 2009

Crisis y Sociedad IV

Después de haber visto brevemente algo de la antropología bíblica, veamos ahora como se evidencia la pérdida del valor por la vida en nuestra sociedad actual.

EL ABORTO















Es una de las manifestaciones más horrorosas contra la vida humana, contra la vida de un ser humano, y la de un ser humano inocente, totalmente ignorante e indefenso ante el ataque y agravio que se le hace.

En la mayoría de las sociedades occidentales este sigue siendo un debate candente, aún en lugares donde ya se ha legislado a favor del aborto. Porque en todos los casos para la aprobación de este tipo de leyes, se esgrimen causas o razones médicas y humanitarias “a favor de la mujer o madre”; pero la cruel realidad ha sido otra, la mayoría de los casos de abortos las practican mujeres, muchas de ellas menores de edad, por haber quedado embarazadas como consecuencia de conductas sexuales voluntarias impropias, lo que cristianamente se llama fornicación.
Estadísticamente, son pocos los casos de aborto por una violación o una mal formación del bebé o por complicaciones en el embarazo. Las razones reales son más de índole moral y no humanitaria.

Porque si las razones apropiadas para ejecutar un aborto son humanitarias, entonces estaremos en frente de una gran contradicción y dilema: ¿Qué es lo que se concibe al unirse un hombre y una mujer? ¿Cuál es el fruto de la unión de dos seres humanos? ¿Ese ser o “cosa”, como algunos se atreven a llamar; es humano? ¿Estamos interrumpiendo la vida de un ser humano? ¿Ese feto es un ser vivo humano? ¿Es o no es un ser vivo en desarrollo?

¿Dilema humanitario o Dilema moral?

El dilema que tenemos entonces es: ¿qué se aborta? ¿Es o no es la vida de un ser humano en desarrollo?

Y hay otras preguntas: ¿a favor de quién se legisla? ¿A favor de una mujer que no quiere asumir sus responsabilidades morales y sociales? ¿Y quién defiende ese ser inocente, indefenso e ignorante de su entorno? ¿Quién tiene mayor peso moral y de responsabilidad y quién sufre la mayor consecuencia?

Se pretende ser humanitario con la mujer que, repito en la mayoría de los casos, queda embarazada como consecuencia de sus propias acciones y responsabilidades; pero no se es humanitario con un ser humano inocente e indefenso contra los ataques de esa mujer egoísta e irresponsable.

¿Dónde quedan los derechos del niño o niña? En la declaración universal de los derechos del niño se declara: “El niño tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; deberán proporcionarse, tanto al niño como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal".

El aborto es una de las manifestaciones más claras de un mundo que ha decidido ignorar y alejarse de Dios, de Su voluntad y de Su plan para la humanidad y la creación. Y es una escalofriante evidencia de un mundo cada vez más dominado por pensamientos y conductas individualistas y egoístas, que no toman en cuenta ni respetan el valor de la vida humana en el prójimo; y en este caso, estamos hablando de un prójimo inocente e indefenso.

Aborto en USA


Veamos el caso de Estados Unidos un país que ya aprobó una ley pro aborto, la más liberal que hay en el mundo, sólo superada por China.

“Más de un millón seiscientos mil abortos quirúrgicos se practican en EE.UU. cada año. Por cada tres niños que son concebidos, uno muere a causa del aborto. El 92% de todos estos abortos son por razones que no están relacionadas con la violación, el incesto o la protección de la salud de la madre. Hasta el 1988 casi el 43% de los abortos fueron segundos abortos. Tres de cada cuatro mujeres que abortan dicen que un hijo interferiría con el trabajo, la escuela u otras responsabilidades.
EE.UU. sobrepasa a casi todas las naciones de occidente en el número de abortos por cada mil mujeres en edad de procrear. El 26% de todos los abortos se llevan a cabo en adolescentes de 11 a 19 años, un 45% de las jóvenes menores de edad que se practican un aborto lo hacen sin el consentimiento de sus padres.”

Aborto en España


Según el blog de Marta Colmenares, en su artículo “Holocausto silencioso”, “diariamente se asesinan en España cerca de 300 niños”. Y según las estadísticas que maneja la organización ProVida, la tasa de abortos* aumentó de 4,79 en 1991, a 7,14 en el 2000. La cantidad de abortos practicados fue de 41,910 en 1991, a 63,756 en el 2000. En este último año la tasa fue de 7,49 entre mujeres menores de 19 años; y de 11,88 entre mujeres de 20-24 años. Y en ese mismo año, la mayoría de los abortos se dieron en centros privados de salud, en un 97,63% de los casos. En el sitio de “ForumLibertas”, se informa que para el año 2006, España ya superaba los 100,000 abortos. Y según el Ministerio de Sanidad y Consumo español, en el 2007 ya se registraban 112,138 abortos, con una tasa de 11,49 por 1,000 mujeres entre los 15 a 44 años. ¡Y la tasa de aborto entre mujeres menores de 19 años ya rondaba los 13,79, en menos de una década! Comparémosla con la tasa de 4,79 en 1991.

Y es evidente que la tendencia será la misma con o sin una legislación pro aborto: mayor matanza de niños inocentes.

Aborto en la Biblia


En la Biblia no encontramos mucha referencia explícita sobre el aborto, porque sencillamente no se concebía que, una mujer temerosa de Dios atentara contra la vida del fruto de su vientre. Sólo hay una referencia indirecta sobre un caso de un posible accidente por causa de una riña o pelea, donde una mujer abortara su bebé (Éxodo 21:22-25). En este pasaje se determinan varios aspectos importantes:
1.Es un accidente. La mujer no decide abortar, sino que su aborto es provocado por un mal golpe o caída durante la riña.
2.Se legisla a favor de la mujer afectada y del niño nacido o muerto.
3.Se valora la vida de la madre y del niño, a tal punto que se aplica la ley del talión.

A parte del pasaje anterior, la Biblia solo subraya el valor de la vida humana para Dios y por ende para la humanidad. Y se dan varios pasajes donde se ve claramente que la vida humana tiene valor para Dios, aún antes del nacimiento, pues es Él quien la forma (Jer. 1:5; Sal. 139:13-16; Is. 49:1,5; Job 10:8-12).

Pero nuevamente lo que subraya el valor de la vida humana en la Biblia, es que el hombre es “imagen de Dios” (Gén. 1;26; 5:1, 9:6; I Cor. 11:7; 15:49; Stgo. 3:9). Este atributo, que no tiene ninguna otra criatura material o espiritual, le da un status especial al hombre, de reverencia, de respeto y cuidado. Y en Génesis 9:6, se ve claramente que el valor de la vida humana radica en que fue hecho a “imagen de Dios”, al punto que el mismo hombre debe respetarla.

Este valor e importancia de la vida humana adquiere relevancia en la misma encarnación del Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo. Pero también se manifiesta nuevamente el conocimiento y determinación que Dios tiene sobre una vida, en este caso la vida de Jesús y la de su primo Juan (Lc. 1:13-17, 35-37, 39-44). En ambos casos, el Señor informa el sexo de la criatura, les da nombre y les indica el propósito de vida por el cual nacerán. ¡Todo esto aún antes de nacer!

Para la mente de Dios, estos bebés son personas, con nombres, características y destinos particulares. Y no pueden ser menos para nosotros. Todo bebé, en cualquier momento que sea, en tanto que es ser humano, es una persona; porque todo ser humano es una unidad, es un ser indivisible, con una personalidad inherente a su ser. Un bebé en formación no es menos persona ni menos humano, que un bebé a sus nueve meses o recién nacido. En cuanto que es la vida de un ser humano, es la vida de una persona la que está en juego.

Termino declarando que la práctica del aborto es un acto de total y completa rebelión a Dios, a la vida de Dios en el hombre y al proyecto de Dios para el hombre. Solo una persona o una sociedad, que decide desconocer al Creador y Su voluntad, puede optar por la destrucción de una vida humana, de una persona en el vientre de su madre, o en este caso es mejor decir, en el vientre de su asesina. Esta práctica, está desatando mayor maldición y degeneración de lo que la misma sociedad es consciente. Y por lo tanto, es una de las causas de la presente crisis moral, espiritual y social que vivimos.

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*Tasa por 1,000 mujeres de entre 15 a 44 años

Fuentes:
http://www.vidahumana.org/vidafam/aborto/estadisticas.html
http://www.marthacolmenares.com/2008/03/05/aborto-holocausto-silencioso/
http://www.provida.es/valencia/estadistica_aborto.htm
http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=9893
http://www.msc.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/embarazo/tablas_figuras.htm